Si tienes que afrontar una entrevista telefónica te conviene conocer nuestros mejores consejos al respecto, con los que mejorar tus posibilidades de éxito.
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Aunque lo más habitual a la hora de avanzar en el proceso de selección de una oferta de empleo es que se nos convoque para una entrevista personal, a veces este planteamiento cambia. En algunos casos es posible que antes de vernos cara a cara con el reclutador pasemos por una entrevista telefónica.
Este formato suele utilizarse por parte del seleccionador para verificar aspectos de nuestro perfil antes de pasar a esa entrevista presencial, tales como nuestra disponibilidad, la formación y la experiencia básica que hemos incluido en nuestro currículum, entre otros aspectos similares.
Dadas las particularidades que tiene este formato de entrevista, limitada principalmente por el medio que se utiliza para hacerla, es importante conocer los mejores consejos para una entrevista telefónica, con los que incrementar tus posibilidades de conseguir un puesto de trabajo.
Respecto de la duración y el contenido de la misma hay una diferencia notable entre la entrevista de trabajo telefónica y la persona. En la modalidad telefónica es habitual que los temas a tratar no sean tan profundos como los de una entrevista al uso, sirviendo esta como filtro inicial para que el responsable de RRHH tenga una primera toma de contacto con el candidato y ejecute una criba primaria. También varía la duración, que suele ser bastante más breve.
Lo primero que desean es eliminar a los candidatos inadecuados o no disponibles, tales como los que estén trabajando o los que muestren poca capacidad para responder. También es un procedimiento habitual para tratar con candidatos que no están físicamente en el lugar donde se realizarán las entrevistas presenciales, a fin de ahorrar tiempo y desplazamientos. Finalmente, esta primera entrevista sirve para que el reclutador tenga ese primer contacto con el candidato, confirme su perfil profesional y pueda evaluar su conveniencia o no de mantenerlo en el proceso.
Para conseguirlo es necesario que dispongamos de la información de contacto de la persona que nos va a entrevistar y su número de teléfono. Debemos grabar estos datos en nuestro móvil, para identificar claramente al reclutador cuando recibamos la llamada. También es importante tener claros el día y la hora en la que se va a realizar esa entrevista de trabajo, que debería haber sido fijada con al menos 24 horas de antelación.
Otro aspecto importante es preparar la zona en la que realizaremos la entrevista. Conviene buscar un lugar tranquilo y relajado, donde no tengamos distracciones, no haya ruidos que nos puedan molestar y donde dispongamos de una buena cobertura móvil, para atender adecuadamente la llamada telefónica. Todo ello sin olvidarte de tener tu smartphone bien cargado, para no quedarte sin batería a media llamada.
En general, este tipo de entrevistas se basan principalmente en conocer mejor al candidato, así que es importante que tengas en mente tu trayectoria profesional, tu formación y los puntos fuertes que puedas aportar, para causar una buena impresión. Aunque tengas la tentación de recurrir a leer tu CV durante la entrevista esto se nota, así que no es buena idea.
Durante la entrevista es importante que mantengas un tono de voz amable, cercano y firme. Piensa que este es el único elemento de contacto con el entrevistador, así que de nada te servirá tener una excelente carrera profesional si no eres capaz de mostrar la seguridad necesaria para acreditarla. No te olvides de mantener un tono amable y formal, similar al que mantendrías en una entrevista de trabajo convencional.
A veces, la comunicación se complica, por lo que no tengas problemas en pedir que te repitan cualquier pregunta que no hayas entendido o que no tengas clara. Y en paralelo, procura que tus respuestas sean breves y concisas, para que lo más valioso de su contenido no se diluya.
Para la parte final de la entrevista conviene tener a mano algunas preguntas que te resulten interesantes hacer para aclarar tus dudas al respecto del puesto, una vez que llegue el momento. Esto permite que no se olvide nada importante y da una imagen más profesional de ti como candidato. Entre ellas puedes preguntar respecto del puesto, sobre la empresa o del propio proceso de selección.
La respuesta depende de las circunstancias. Si habías acordado con el reclutador la fecha y la hora de la entrevista telefónica se supone que deberías haberte preparado para ella haciendo un hueco en tu agenda. Así que, salvo causa de fuerza mayor, no hablará bien de ti que la pospongas. Sin embargo, si esa entrevista de trabajo no había sido fijada previamente es razonable que puedas pedir que te llamen en otro momento o incluso fijar una fecha y hora concreta para ella si no estás disponible en ese momento.
A diferencia de una entrevista personal tradicional, la entrevista telefónica tiende a ser más breve. Lo habitual es que esta no supere los 10 ó 15 minutos de duración, siendo este tiempo suficiente para que el reclutador pase ese primer filtro y conozca lo esencial del perfil del candidato antes de pasar a la siguiente fase.
La entrevista telefónica suele utilizarse para saber más sobre el candidato, por lo que en ella se tratan cuestiones como la experiencia profesional, la formación y otros detalles que forman parte de nuestro curriculum vitae. También se tratan cuestiones como la disponibilidad del candidato, tanto de cara a una próxima entrevista o para incorporarse al puesto, preguntando por el tiempo que tardaría en estar disponible.
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